Algunos dicen que el “Reaper de Carolina” tiene el récord Guinness oficial como el chili más picante del mundo. Algunos dicen que hay otros más picantes.
El que la probó dice que su sabor es engañosamente dulce, pero es difícil de recordar ese dulce sabor a medida que procede a aniquilar su paladar.
Es como un cóctel molotov en tu boca, que lo ayuda a sentirse fuera de sí. Y esto es lo que está pasando en el mercado automotriz. El crecimiento hispano en las compras de automóviles es tan grande, que ha hecho que muchos de los anti-hispanos del negocio, estén probando el “Reaper de Carolina”.
Me acuerdo una vez cuando le pregunté al gerente de marketing de Susuki, porque no se anuncia en el mercado hispano, este me contesto «Si quieren comprar un Susuki’s que aprendan inglés». En fin, parece que no quisieron hacerlo y Susuki tiro la toalla en el país.
Y como este «genio» del marketing, conocí a muchos en mis 37 años en el mercado automotriz americano, y hay muchos que no nombro porque siguen ahí.
Y su tendencia es la misma, sucumbir a la derrota, pero con la suya. A pesar de las nuevas leyes de inmigración, cada año más hispanos se trasladan a vivir a los Estados Unidos, y como es un país donde en la mayoría de las ciudades el transporte público es bastante malo, estos necesitan automóviles para moverse.
Y debido a que la compra de un vehículo es un tema importante, muchos hispanos prefieren realizar la transacción en español, por lo que para un concesionario es imperativo invitar y dar la bienvenida a este consumidor en español.
Eso se traduce en 12 años potenciales años de vida adicionales en la compra de autos, para el hispano promedio. Por lo que las marcas tienen más posibilidades de llegar primero ante ellos, claro, con anuncios para ellos.
El último año las automotrices estadounidenses gastaron unos 600 millones en medios en español de todo tipo para anunciarse, muy, pero muy lejos de los casi 30 Mil Millones de dólares que bombea la industria automotriz en el país.
Los compradores hispanos, al igual que otros consumidores, compran lo que valoran. Esto incluye acuerdos de servicio extendido, seguros, mantenimiento prepago y opciones de financiamiento y arrendamiento.
Los hispanos de altos ingresos están comprando autos de lujo a un ritmo más rápido que el mercado general, y esas marcas incluyen desde BMW, Audi, Land Rover, Mercedes Benz, Lexus e Infiniti, y deportivos como el Corvette y el Shelby Mustangs.
Tanto en ciudades como Miami, Houston, Los Ángeles o Nueva York, es normal ver a hispanos en Rolls Royce, Bentley, Ferraris y Lamborghini, y otros modelos exóticos.
Muchos concesionarios no se dan cuenta del alcance nacional de los consumidores hispanos. Veinticinco por ciento de las poblaciones de los principales mercados hispanohablantes, y la estrategia automotriz debe de estar encausada hacia ellos.
Pero no es así. La mayoría de los ejecutivos de los fabricantes de autos tienen actitudes «racistas» antes de los hispanos.
Y si algún medio hispano dice la verdad, ellos hacen lo que sea para bloquearlo, como en el caso de una automotriz racista como lo es Stelantis, antigua Fiat Chrysler.
Pero no es la única en el sector. Si de publicidad hablamos la mayoría de los fabricantes evitan a los hispanos, por lo que la palabra Racismo no les queda de lejos. Es un típico Racismo Económico.
Hay algunos fabricantes que son inentendibles, como en el caso de Hyundai. Hyundai vende una gran cantidad de sus vehículos a los hispanos, pero no gasta un centavo en las minorías hispanas que los apoyan.
GMC la división de General Motor, no gasta un solo centavo en el mercado hispano, a pesar de tener buenas ventas entre ellos. hispano, asiático, afroamericano), una cifra que ha ido en aumento desde el 2011.
Según cita IHS Markit, los hispanos constituyen más de la mitad del mercado multicultural, que representa el 68% del volumen de crecimiento de la industria de 2011 a 2020 .
Los hispanos duplicarán la población afroamericana en 2050, cuando en la actualidad, representan el 20% de la población en los Estados Unidos.
Los hispanos prefieren hablar español cuando compran algo importante, y el automóvil lo es o prefieren hablar español, para hacer sus comprar importantes y firmar sus contratos.
Muchos no tienen conexión con los canales públicos establecidos por las automotrices, como la red de televisión.
Los jóvenes prefieren están pegados a sus teléfonos celulares, al internet y las redes sociales. Muchos prefieren los lazos hispanos o latinos, incluso después de varias generaciones de patrimonio de los Estados Unidos, y buscan productos y servicios que específicamente se nombran a su identidad hispana.
Algunos desafían a los concesionarios de automóviles con un enfoque diferente de las ventas, por ejemplo, al traer familias enteras a una sala de exposición para negociar la compra de un vehículo.
En Miami, los hispanos representan más del 50% de la población. En Houston es el 40% y en Dallas el 34%.
Los concesionarios que desean atraer a este mercado asistirán a personal bilingüe y les harán bienvenida y los tratarán de manera diferente, a lo que hacen cualquier otro comprador, ya que los estudios dicen que los clientes hispanos son muy leales a los concesionarios que los respetan.
El mercado crece pero los presupuestos de algunas automotrices, no. El crecimiento del mercado hispano está superando al mercado general en casi 3 a 1 y hay muchas automotrices que no ven esto, y si lo ven, lo hacen con el ojo emparchado.
Un ejemplo es General Motors, que era líder del mercado en los 80, y hoy solo tiene a Chevrolet perdiendo cada terreno año.
Claro, si su presupuesto de 3,5 billones de dólares para el mercado general estaría siendo equitativo para el mercado hispano, hubiera sido otra cosa, pero los hispanos que representan casi el 20% de la nación, solo se llevan poco más de 1% del presupuesto de General Motors. Un presupuesto que va para Univision y Telemundo, que no son propiedad de hispanos.
Así nunca lograrán recuperar terreno, y lo seguirán perdiendo. Si los fabricantes de automóviles son tan serios acerca de la comercialización de la minoría más grande en los Estados Unidos, ¿por qué no suben sus presupuestos? .
Si los hispanos compran uno de cada cuatro automóviles vendidos en los Estados Unidos, porque los presupuestos no están de acuerdo a esos números ?. He hecho esa pregunta muchas veces y no he tenido respuesta.
Los Afroamericanos se han enojado
Un grupo Afroamericano liderado por Byron Allen, fundador, presidente y director ejecutivo de Allen Media Group, logró formar un boicot contra General Motors, logrando su objetivo de que la automotriz aumentara su presupuesto al mercado Afro. No así al hispano. Hyundai vio un problema ahí y pronto nombró una agencia Afro. Dándole la espalda a los hispanos.
Según IHS Markit, este es el porcentaje de ventas hacia los hispanos y de ese porcentaje el gasto en publicidad:
Toyota vende un 23.2% a los hispanos y gasta de ahí un 11%, que son 165 millones es la que más gasta de su presupuesto de 2.8 mil millones.
El caso más extraño es del de Hyundai, que vende un 16% de sus vehículos a los hispanos, pero incomprensiblemente solo gasta un 1.1% de ese presupuesto. Algo inentendible.
Kia vende un 16% de sus autos a los hispanos, y gasta un 6.7% de este presupuesto en ellos.
Algo parecido a Honda que vende un 19.3% de sus autos a los clientes hispanos y gasta un 6.2%. Nissan vende un 21.9% y solo gasta el 8.7%, Chevrolet un 14.5% y solo gasta un 5.9%, Ford vende un 11.9% a los hispanos y gasta de ahí un 6.9%.
El Honda Civic es el vehículo en venta número 1 en el mercado hispano, desplazó al Toyota Corolla, pero con la nueva tendencia de los gustos cambiando hacia los SUV’s, las tendencias en ventas pueden cambiar.
Así como el Afroamericano Byron Allen logró que seis empresarios afroamericanos más, todos ellos propietarios de medios de comunicación, publicaron un desplegado en el periódico Detroit Free Press y posteriormente en el Wall Street Journal, donde acusaron a GM y particularmente a su CEO, Mary Barra, de promover actos racistas, no hay un grupo Hispano que lo logre, ya que estamos desunidos.
El problema con los hispanos es la desunión y en eso entra el juego de los fabricantes de autos: «Desunirlos y ganarás», y mientras los hispanos sean desunidos, los fabricantes de auto seguirán haciendo su agosto con ellos, y aplicarán su racismo económico, evitando apoyar a las minorías hispanas.
«Dame todo que no te darán nada», así se manejan los ejecutivos de los fabricantes.
Latinoamérica ha estado dividida y los hispanos de Estados Unidos siguen esa tendencia, dejando que los buitres nos acechen.