Según reveló la NHTSA, una falla en la bomba de combustible ha llevado a Mazda a retirar 121,038 vehículos en su línea.
El impulsor de las bombas de combustible de baja presión puede deformarse, provocando que la bomba falle y que los vehículos afectados no arranquen o se detengan a bajas velocidades y, en raras ocasiones, a altas velocidades, explicó Mazda.
La parada del motor podría aumentar el riesgo de accidente.
Antes de detenerse o no arrancar en absoluto, los vehículos afectados pueden activar una luz de verificación del motor o el motor puede funcionar con más brusquedad de lo habitual.
Los conductores también pueden notar una falta de potencia al pisar el acelerador.
Mazda había retirado sus vehículos en otros mercados por este problema durante el último año. Esas condiciones fueron temperaturas externas relativamente altas.
Mazda estima que solo el 1% de los vehículos incluidos en el retiro se ven afectados. Esos vehículos incluyen lo siguiente:
Mazda 3 del 2018
Mazda 6 del 2018
Mazda CX-5 del 2018 al 2019
Mazda CX-9 del 2018 al 2019
Mazda MX-5 del 2018 al 2019
Mazda CX-3 del 2019
Mazda 2 del 2019 al 2020 (también conocido como Toyota Yaris, muy popular en Mexico).
Los propietarios serán notificados de la solución de retiro antes del 11 de enero de 2022 y los distribuidores reemplazarán las bombas de combustible afectadas sin cargo.
Mazda reembolsará a los propietarios que pagaron la reparación. En julio del 2019 se implementó un nuevo diseño de bomba con material de mayor calidad.